La larga espera

CAFE-EMPLEO

Con la crisis económica que está asolando casi todo el mundo, muchas personas se ven obligadas a acudir a los organismos gubernamentales para apuntarse a alguna bolsa de empleos en la que se ofertan escasos puestos de trabajo para ayuntamientos y organismos oficiales a los que se apuntan una cantidad siempre excesivamente superior a los puestos ofertados. Pero el problema no se queda únicamente en la escasez de puestos, sino también en la dificultad para encontrar a tiempo las convocatorias, así como para conseguir estar al tanto de cuándo van a salir las listas en las que se puede ver si uno ha sido elegido o no, al menos para acceder a las pruebas selectivas que se convocan tras la preselección.

 Cuando se consigue entrar en las listas de la bolsa de empleos hay que esperar una vez más a que salgan las listas otra vez. La espera no solo se puede hacer eterna, sino que además a veces uno deja de tener esperanzas en que le llamen o en que al menos el nombre pueda aparecer en alguna de las opciones que permitan mantener la esperanza de que algún día puedan entrar a formar parte de la plantilla, aunque sea solo de forma temporal. La larga espera algunas veces, tan solo algunas, puede dar buenos resultados.